Berlín, 13 de junio. Con solitario gol de Kaká la selección de Brasil derrotó con apuros 1-0 a Croacia, en lo que fue el inicio de la la defensa de su título.
Con la victoria los pentacampeones establecieron un récord histórico en copas del Mundo al alcanzar su octavo triunfo consecutivo. Su reciente derrota ocurrió el 12 de julio de 1998, en la final contra Francia jugada en París.
Era martes y 13, pero se necesitaba más para que la verdeamarelha tropezara en el futbol. Hoy, con medio cuadrado mágico funcionando y la otra mitad ausente sin aviso, dio el primer paso rumbo al hexacampeonato.
La estrella fue Kaká, habitualmente opacado por la fuerza mediática de dos grandes como Ronaldo y Ronaldinho.
La gigantesca figura del Emperador Adriano fue en el estadio Olímpico de Berlín la de un mero cortesano: a los 74, solo frente al arco, perdonó la vida a Pletikosa. Esa fue la síntesis de su olvidable noche. Sólo Ronaldinho sintonizó el canal por el que Kaká había decidido emitir su balompié.
Los movimientos iniciales del partido crearon la sensación de que Brasil iba por una goleada. Ya en el minuto dos, un disparo cruzado de Roberto Carlos pasó apenas por encima del arco croata.
Luego Ronaldinho hizo su primera exhibición. Burló a media defensa croata y arrancó gritos de la hinchada, que colmó hasta el último sitio los 72 mil del estadio (uno fue ocupado por la mujer que gobierna Alemania: Angela Merkel).
Pero de pronto se percibió que Brasil no estaba listo para dar el show. El cuadrado mágico armado por el técnico Carlos Alberto Parreira estaba partido por la mitad, con un Ronaldo impreciso.
Croacia, a su vez, buscaba las oportunidades de contrataque, principalmente por la izquierda, en combinaciones veloces entre Babic, Prso y Kovac, pero las jugadas solían naufragar al llegar al área chica del rival.
Al minuto 15 el partido vivió un momento de fuertes emociones, que comenzó con un cañonazo desde 30 metros de Roberto Carlos, al que el portero croata logró desviar con gran lance.
Luego un tiro de esquina de Ronaldinho arrancó gritos en las gradas porque estuvo a punto de convertirse en gol.
Pese al acoso de Brasil el marcador no salía del 0-0, aunque Croacia también había tenido oportunidad de anotar. Al minuto 38 Srna tiró con maestría, pero Niko, Kovac y Tudor fracasaron en su intento de alcanzar la pelota para convertir el gol.
Terminaba el primer tiempo y Croacia ya se preparaba para ir a los vestuarios con la alegría de un empate con sabor a victoria, cuando el veterano Cafú cambió el panorama con un pase lateral a Kaká, quien lanzó un gran disparo para establecer el 1-0.
Tras la pausa los croatas volvieron más ofensivos y decididos a hacer trabajar a Dida, quien debió esforzarse para evitar el empate a los 50 y 54 minutos, con sendos disparos de Prso.
A los 62 los brasileños respondieron con un ataque comandado por Cafú, quien cruzó alto para un remate preciso con la cabeza de Ronaldinho, quien casi no lo podía creer cuando vio que Pletikosa lo había logrado atajar.
Poco después el apagado Ronaldo abandonó la cancha y entró Robinho, quien dio nueva vida al ataque y frenó el ánimo ofensivo de Croacia.
En los últimos minutos un aficionado croata detuvo el ritmo del partido, dirigido por el árbitro mexicano Armando Archundia, al saltar a mitad de la cancha para tocar a sus ídolos.
